jueves, 18 de julio de 2013

La Lateralización



LA LATERALIZACIÓN
II.RESUMEN
La lateralidad es el predominio funcional de un lado del cuerpo humano sobre el otro, determinado por la supremacía que un hemisferio cerebral ejerce sobre el otro.

La lateralización es el proceso por el que se desarrolla la lateralidad y es importante para el aprendizaje de la lecto-escritura y la completa madurez del lenguaje, la enseñanza de la p, d, b, q, exige el dominio de la lateralidad; si el niño no tiene conciencia de su lado 
derecho o izquierdo jamás podrá proyectar al exterior su lateralidad, y se le dificultará la diferencia e identificación de estas letras. Consideremos además que la lectura y escritura son procesos que se cumplen de izquierda a derecha.

El dominar la lateralidad en el niño lo ayudará mucho a ubicarse con respecto a otros objetos. El no hacerlo podría repercutir en las dificultades de aprendizaje de algunas materias. Por ejemplo en el caso de las matemáticas se sabe que para sumar y restar varias cantidades se empieza de derecha a izquierda y si no ha trabajado su lateralidad le será difícil ubicarse frente al papel
. 


III.PROBLEMAS Y CARACTERÍSTICAS
 PARA IDENTIFICAR LA LATERALIDAD

Para conocer la dominancia de la mano podemos pedir al niño/a que realice las siguientes actividades:

Dar cuerda un reloj.
Utilizar tijeras y escribir.
Para la dominancia de pie: saltar en un solo pie, patear la pelota.
Dominancia de ojo: mirar un agujero, telescopio.
Dominancia de oído: escuchar el tic-tac del reloj.

Analizaremos si se realizaron todas las actividades con miembros u órganos del lado derecho o izquierdo, entonces podemos saber si el niño es de dominancia definida. Si alternó derecha con izquierda se dirá que tiene “dominancia cruzada”.

LOGRANDO LA LATERALIDAD

Para desarrollar la lateralidad se puede pedir al niño/a que ejecute lo siguiente:

  • Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su compañero y en su imagen frente a un espejo.
  • Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando en la cabeza, ojos, oreja, cuello y tronco.
  • Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.
  • Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e izquierdo, esta misma actividad se realizará con el compañero puesto en frente.
  • Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta adhesiva, señalar su lado derecho e izquierdo.
  • Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.
  • Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.
  • Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.
  • Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.
  • Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del cartel, siempre de izquierda a derecha, esta misma actividad puede realizarse con colores.
  • Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas, controlando que el niño realice esto de izquierda a derecha.
  • Trazar de líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.
  • Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará círculos simultáneos en las dos hojas y con las dos manos.
Esta serie de ejercicios son pautas que para el maestro o padre de familia realice en el período preescolar, pero mucho juega la creatividad para encontrar otras alternativas. También se puede hacer uso de juegos y juguetes destinados a desarrollar la lateralidad de manera muy divertida como el set manos y pies.

IV.FUNDAMENTACION
Cuando se habla de lateralidad se debe conocer que según Días. A, casi todo el mundo está de acuerdo en admitir que no existe predominancia lateral antes de los 7 meses, pero también se debe saber que se han realizado investigaciones que permiten conocer este predominio lateral que se da a partir de 7 meses no es estable porque según el autor, la falta de estabilidad en la preferencia lateral fuera de toda práctica ha sido puesta al día por Ontón, por lo que existiría período de inestabilidad entre los 2-3 años y entre 6-8 años.
Así es como observaciones individuales mostraron a Ontón que la lateralidad establecida al final del primer año puede ser perdida en el momento que el niño aprende a caminar y reaparece cuando el niño empieza a comer solo. Estos tipos de variaciones también han sido indicadas por Hildreth, el cual señala un desplazamiento de la lateralidad a favor de la derecha en los 2-3 años y a favor de la izquierda de los 3-4 años.
Según el uso de la izquierda es mucho menos estable que la derecha a lo largo de los años, este mismo autor plantea unas fases del proceso de lateralidad en el cual a la edad de los 3 años se encuentra la primera que es llamada fase de localización a lo mencionado anteriormente por los autores acerca de un período inestable y de la lateralidad a la derecha a la edad de 2-3años y a la izquierda en los 3-4 se le puede agregar la crisis de los 3 años en la cual el niño(a) desea una independencia, acontecimiento que se puede tomar como punto a favor de la fase de localización ya que se le ha proporcionado un gran número de experiencia para los dos segmentos se favorecerá el desarrollo de esta al igual que la siguiente fase.
Hasta los tres años aproximadamente, lo habitual es que el niño experimente con ambos lados de su cuerpo. Así le veremos utilizar indistintamente una mano u otra en su juego diario. Por este motivo, no sería apropiado iniciarle en deportes o actividades en las que el niño deba utilizar un utensilio (como la raqueta o el lapicero, por ejemplo) y en caso de hacerlo, no debemos insistir para que utilice una mano determinada.
Es conveniente que se apoye al niño en su desarrollo lateral, pero solamente debemos intervenir para ayudarle a definirse en uno u otro sentido una vez que esté clara su inclinación natural. Pretender influir en un modelo contrario al que muestra el niño de forma espontánea puede acarrear consecuencias graves en el desarrollo, ejercicio de habilidades, destrezas futuras, y muy concretamente en su rendimiento escolar.
La lateralidad es la función que hace posible que las personas se orienten en el espacio y en el tiempo, y por tanto, permite entender y manejar los códigos escritos (letras y números). Sin unas coordenadas bien establecidas, no podríamos orientar los símbolos cuyo significado depende de la forma que tienen y el lugar que ocupan en el espacio y el tiempo, así podrían surgir confusiones entre "23" y "32" ó "SE" y "ES", por ejemplo.
Uno de los primeros pedagogos en proponer actividades para los niños antes de los siete años fue Juan Amos Comenio (1983), que aunque no trató directamente al desarrollo físico del niño, si, en su "Idea de la escuela materna", combinó algunas áreas con movimientos físicos. Expresaba: "Efectuarán el aprendizaje de estas labores si se les deja hacer algo, enseñándoles para ello: por ejemplo, llevar una cosa de un lado a otro, ordenando así o de otra manera, hacer y deshacer, atar y desatar, etc. Según la afición de los niños en esta edad. Y como todo esto no es sino ensayo de la habilidad natural para hacer las cosas diestramente no solo hay que prohibirlo, sino fomentarlo y dirigirlo con prudencia". (Comenio, J.A. 1983:229).
Cualquier estudio de lateralidad requiere no solo de introducción neurológica sino de análisis de los problemas provocados por la zurdera, la dominancia cerebral y la prevalencia manual (mano preferida y frecuencia de utilización).
La lateralidad predominante está comprobada por la preferencia del miembro superior que constituye el miembro de mayor especialización y disociación motora del ser humano, al mismo tiempo que es el miembro más frecuentemente utilizado en el contacto con el mundo exterior.
La ontogénesis de la lateralidad se trata de un fenómeno morfológico que representa una forma de asimetría funcional. Se ha estudiado la asimetría espontánea (reflejo tónico del cuello) en los nacidos, que está marcada por una asimetría hasta las 24 semanas. La aparición de la opción por una mano en las primeras manipulaciones originará el paso de objetivo de una mano a otra y finalmente la opción bien definida del diestro o del zurdo.
"¿Por qué somos diestros o zurdos?" Ante esta interrogante que se han hecho los expertos, parece que no lo tienen aún del todo claro, en lo que sí están de acuerdo es en que es algo que se ve condicionado por nuestros genes, por lo que tendríamos más posibilidades de ser zurdos si existiesen antecedentes familiares. En realidad, no se nace diestro o zurdo, si no que se transforma en nuestra primera infancia, influido por esa tendencia genética y por el entorno en el que crecemos.
Un niño al que se le ha forzado a utilizar la mano contraria a su lado dominante, o que no acaba de definirse como diestro o zurdo hacia los 4 ó 5 años, es un niño con un sistema nervioso desorganizado. Su cerebro ha de estar organizado para que él pueda organizarse a su vez en el espacio en el que se mueve y sobre el papel en su trabajo escolar.
Si existe una lateralidad irregular o deficiente pueden presentarse alteraciones en la lectura, en la escritura, problemas con la orientación espacial, tartamudez, dislexia, etc. La lateralidad es la función que hace posible que nos orientemos en el espacio y en el tiempo, y por tanto, nos permite entender y manejar los códigos escritos (letras y números). Sin unas coordenadas bien establecidas, no podríamos orientar los símbolos cuyo significado depende de la forma que tienen y el lugar que ocupan en el espacio y el tiempo, así podrían surgir confusiones entre "23" y "32" ó "SE" y "ES", por ejemplo.
Entre los 3 y 7 años, tanto en el preescolar como en la escuela primaria, se aborda éste tema de capital interés, a través de juegos para que utilice y afirme esas habilidades.
Es interesante el trabajo conjunto con el /la Psicomotricidad o profesor de educación física con el/la logopeda, para que el niño explore las cualidades de su cuerpo, lo sitúe en un espacio y se beneficie de las adquisiciones de su entorno.
La diferenciación derecha/izquierda constituye una primera etapa en la orientación espacial. Está precedida por la distinción adelante/atrás y el reconocimiento del eje corporal (arriba/abajo).


V.JUICIO CRÍTICO
Para los niños y niñas que tengan dificultad en lateralidad propongo que los padres y profesionales les ayuden con las siguientes actividades:


·                     Apuntar y lanzar a un punto determinado.           

·                     Dar patadas a una pelota.
·                     Saltar a la pata coja.
·                     Realizar giros sobre un pie.
·                     Señalar, reconocer y nombrar cada una de las partes del cuerpo.
·                     Dar palmas y a la vez que suena un silbato.
·                     Localizar que objetos hay a la derecha y cuales hay en el lado izquierdo. 
·                     Abrir y cerrar la mano rápidamente. 
·                     Realizar recorridos, previamente marcados en el suelo, que impliquen giros, curvas hacia la izquierda y hacia la derecha. 

VI.CONCLUSIONES

Ø  Las cuatro partes del cuerpo que nos indican la dominancia del niño/a son: mano, oído, ojo y pie. Cuando  en estas cuatro partes del cuerpo tienen la misma dominancia, se puede decir que se ha logrado un adecuado desarrollo de la lateralidad. Si estas partes del cuerpo no han logrado ese acuerdo los más pequeños pueden tener problemas de aprendizaje y desarrollo, sobre todo en lo que se refiere a la escritura.
Ø  La lateralidad la aplicamos en muchos aspectos de nuestras vidas. Cuando los niños y niñas cumplen los 4 y 5 años la familia no le da importancia suficiente si los más pequeños están aprendiendo donde está la derecha o la izquierda. A esta edad aún no es necesario conocerlo ni adquirirlo por el desarrollo de su curso evolutivo. En cambio cuando el niño/a va iniciando su aprendizaje formal, intervienen varios factores para adquirir una buena organización lateral.

VII.REFERENCIA

1 comentario: